Pon aceite en tus lámparas.
Miro el panorama de las ciudades a las cuales Dios nos ha hecho transportar y la noche está ya avanzada, más el amanecer está tan cerca como mirarte la punta de tus dedos. A la diligencia nos llama el Diligente, a despertarnos pues el clamor ya se escucha y el esposo apercibiendo sus vestiduras para hallar a su amada con aceite en sus lámparas. Y en este tiempo de Gracia, nos regala Gracia para las ciudades y sus habitantes.
¿Estás listo, estás trabajando ?
Dios es bueno. Shalom.