El tiempo de Dios es perfecto.
Corro y me detengo, avanzo y me paralizo, continúo y retrocedo; las consideraciones espirituales me hablan del tiempo de Dios, éste, no afana ni turba. Observando a los hijos de Isacar, los que miden el tiempo con una plomada y transmiten la exactitud al pueblo, de ahí mismo soy. Dios es bueno. ¡¡ AVANZA EN EL TIEMPO DE DIOS !!
