Digo, clamo y recibo
Miro y no veo, miro y lo aprecio, miro y ya lo tengo a mi diestra. La desigualdad espiritual me mueve a tomar lo mío y entregarlo al que extiende su anhelada mano. Meditando en la locura espiritual, sería imposible que fuese de otra razón. ¡¡ DIGO, CLAMO Y RECIBO !! Dios es bueno.