Toma mi mano
Tu mano extendida; simple, honrosa y poderosa, me sujeta en los días de alegría y también de necesidad. Mi corazón suprema mente agradecido, pues no dejas de sorprenderme. Aún en el tiempo de favor, no me sueltes de tu mano. Un varón de Dios agradecido. Dios es bueno y fiel.